Senth avanzaba entre la gente, consciente de que causaba excitación, temor y miedo en sus corazones, pero aquello no le importaba, ya estaba acostumbrado a recibir una opinión de odio generalizada. Senth era el guerrero máximo de Kyleon, y como gm tenía los derechos de dominar el poder del fuego y a Gesis, una espada mítica, al igual que las del resto de gm. Solo se pueden manejar por los gm, puesto que contienen el poder de la determinada región, poder que solo el gm tiene. Senth sonrió, solo tenía diecisiete años y ya era el guerrero más joven, más rápido y más fuerte, aunque con una defensa que deja bastante de desear.
Él teníaun pelo liso castaño con flequillo que le caía a ambos lados de la cara, unos ojos verdes y una facciones perfectas. En conjunto, Senth casi que era el novio perfecto para cualquier chica: cuerpo perfecto, cara perfecta pero gustos muy peculiares. Nadie los compartía con él ni gustos ni afficciones, cosa que le hacía ser solitario y misterioso. Muchas chicas habían pasado delante de él deseando ser suyas, pero nunca las había aceptado, él buscaba su chica perfecta, y con sus gustos era algo muy díficil de encontrar.
El joven posó su espalda contra un árbol y se cruzó de brazos, esperando al espectáculo. La región de Oires no era para nada de su agrado, considerando que en esa región se dominaba la oscuridad, y el fuego era como una luz que intenta extinguirla de todos los lugares donde se encuentra. Aún así, la elección del gm de Oires era algo que no se podía perder, se decía que iva a ser una joven de dieciseís años."Una" pensó Senth,"Una chica elegida para dominar a Aaraan". Hacía poco que en Oires había ejército, y solo era por defenderse de los ataques de las regiones que lo rodeaban. Senth siguió sumido en sus pensamientos hasta que vió salir por el edifico general de Oires al ejército encabezado por Arabian, la nueva gm de la región.
Senth nunca la había visto, pero fue como si algo en su interior estallara de puro gusto. Las palabras no servían para describir a Arabian. Tenía un largo pelo azabache, y unos ojos grises que no tenían comparación con ninguno de aquel planeta. Sus facciones eran muy hermosas, y su cuerpo estaba formado por perfectas y estilizadas curvas. Al igual que todo su ejército, vestía de negro, y al igual que todos los gm, su uniforme era distinto al de su ejército. Llevaba un top sin mangas que dejaba sus hombros y gran parte del vientre al raso, unos guantes negros que pasaban sus muñecas, unos cortos pantalones, una botas hasta las rodillas y, colgaba de un cinturón, a Aaraan.
Durante bastante tiempo, Senth se olvidó de su misión y siguió observando a la joven, estudiando cada uno de sus bellos rasgos, hasta que vio una figura blanca haciendole señas desde una fila con personajes de aparecia ilustre. Senth se percató de que era su prima, Glacie, gm de la región del hielo y del frío, Uirs. La joven tenía una piel blanca como la porcelana, un pelo que le caía hasta los pies y de color marfil, y unos ojos marrones que se movían inquietos de un lado a otro observando todo cuanto podían. Génesis se colocó a su lado, y suspiró, enfadado.
Al otro lado se había posicionado Luck, gm de Risterck y controlador del aire. Tenía el pelo negro, y le llegaba hasta la cintura, unos ojos azabaches y una cara de unos rasgos aparentemente normales. Senth le odiaba, era un engreído y un egocéntrico, pero siempre le ponían de ejemplo, y eso era algo que tenía que respetar. Glacie agarró a Leena, su espada mística, y la elevó en el aire por haber nombrado a su región. Luck puso el puño en su espada Alyseaan, preparándose.
-En cuanto levantes tu espada todo el público te odiará con todas su fuerzas- le objetó a Senth.
Este se giró, con una sonrisa burlona en su cara.
-Sí, yo también me alegro de volver a verte Luck, añadió con sarcasmo.
-¿Te gusta hacerte el graciosillo conmigo?
-Es mi pasatiempo favorito, aparte de luchar claro.
-Eres idiota-comentó Luck ásperamente-Y no mires así a Arabian, no está entre tus posibilidades, seguramente sea mía.
Senth le dirigió una mirada severa.
-¿Y quién te ha dicho que sienta algo por ella?
Luck se rió.
-Por favor, esa mirada no es normal. Es como si quisieras tenerla ya entre tus brazos, cuando resulta que no podrás nunca. Ella es la oscuridad, tu eres el fuego, enemigos desde la eternidad.
-Ni siquiera la conozco- aportó Senth , su dura mirada no había desaparecido todavía de su cara.
-¿Y?No hace falta conocer a alguien para enamorarse de él.
Senth le lanzó otra mirada más, esta vez divertida. En su cabeza se encontraban muchas ideas de responderle para que quedase bastante mal, y, justo cuando iva a comentar una de ellas una figura se adelantó.
-Eso lo dices tu que te has tirado a medio Risterck-comentó el joven que acababa de llegar con una sonrisa.
-Ben...-la voz de Glacie sonó como un suspiro, dejando claro lo que sentía por el chico.
-¿Y tú que haces aquí?-exigió saber Luck, visiblemente enfadado por las recientes declaraciones del joven-No eres gm.
Entre el cabello corto y caido hacia abajo del joven, se dejó ver que sus ojos azules marino relampagueaban de ira.
-Al ser el único de tu ejército que tiene na espada mística, es como si sería tu "leal" mensajero...
-Pero no lo eres-cortó Luck.
-Ya, ya lo sé, cosa de la que estoy muy feliz-azuzó Ben con picardía-Pero bueno...me han mandado para decirte que salgas de la fila de los gm, vas a eclipsar a Arabian, te van a hacer un omenaje.
Luck se giró y se fué directamente hacia al atril, sin despedirse da nadie.
-Que educado- ironizó Ben.
Senth no dijo ni una palabra, después de aquel despliegue de palabra e ironías volvió a ser el joven discreto y misterioso que era siempre. Glacie, siempre tan obsesionada con que su primo fuera normal, no hizo caso del cambio que habia surgido de nuevo en el carácter de Senth. Tenía a su verdadero amor delante, y la había dirigido una sonrisa para saludarla. Aquello había conseguido que el corazón de la invernal muchacha se acelerase de tal manera que parecía que se la iva a salir del pecho. Y entonces, Ben comenzó a hablar con ella.
Miestras parecía que a Glacie la iva a dar algo, Senth se escabulló de la fila y se dirigió al bosque que conectaba Oires con Kyleon, y entonces algo captó su atención y la de todos los presentes. Eran ejércitos que no llevaban ningún tipo de orden, sus soldados ivan montados en criaturas de la noche en vez de caballos, como lobos o jaguares, y todos ellos estaban cubiertos por alguna zona de su cuerpo por pelo negro y, entonces, un grito de uno de ellos anunció que acababan de comenzar a atacar. Aprovechando la confusión de la gente, Luck se escabulló del escenario.
La idea de Senth era seguirle, pero la gente que intentaba huir le taponaba el paso, y al final tuvo que esperar a que una multitud asustada se dirigiera hacia las afueras de la ciudad. Mientras tanto, pensó en loque podía ser ese ejército. Llevaba bastante tiempo oyendo entre los soldados que un ejército se estaba desplazando por el bosque de Niero. Era un ejército de híbridos, por lo poco que había conseguido averiguar alguein estaba mezclando cuerpos humanos con almas de animales,al igual que pasó años atrás con las espadas místicas; cuando los gm luchaban con ellas sentían que un espíritu en su interior les llamaban para luchar contra sus enemigos más ancestrales.
Senth no sabía muy bien lo que estaba pasando y tampoco sabía quién era el "alguien" que estaba fusionando los cuerpos, y auqello le fastidiaba, desde siempre había ido un paso por delante en todo. Cuando hubo esperado unos cinco minutos a que las masas de gente sañlieran y no lo había conseguido, no pudo más. Desenvainó a Gesis y se fué al epicentro de la acción.
Allí se encontró con Ben y Glacie, que luchaban deseperadamnete contra el pequeño ejército que habñia conseguido traspasar las murallas de la ciudad de los obscurio. Senth se dirigió hacia Glacie , que estaba situada en un punto bastante alto y alejado, puesto que ella, a pesar de que era gm y llevaba espada legandaria, nunca la usaba: le gustaba mucho más disparar a distancia con su arco.
Senth la preguntó acerca del suceso. No sabía nada.
-Pero lo mejor será abandonar esta guerra, nos superan en número, y hay bastante gente que tiene espadas mñisticas, Senth- sugirió la joven.
-No, no abandonaré hasta que sepa por qué tienen espadas místicas y que está pasando aquí...masculló Senth.
Entonces Glacie lo miró, sus ojos estaban empañados de lágrimas.
-Senth...mucha gente ya ha muerto aquí por nada...Oires hace poco que tiene ejército, es el único que hay aquí y no están preparados...Si nos situamos en el bosque y huímos podremos salvar nuestras vidas...y la de los soldados que nos sigan.
Senth se quedó un momento pensativo, mientras acababa con la vida de cuatro de los soldados de aquel extraño ejército acerca del cual no sabía nada.
-Pero no lo entiendo...-murmuró-Esto era un lugar secreto, y la gente no lo rebelaría...
-Fue Girck-dijo Glacie en voz baja.
-¿Girck?-repitió Senth, patidifuso-Era el gm de Ol, no se hubiera atrevido...
-Pero lo hizo-una lágrima calló por la mejilla de Glacie-En todo este tiempo sus cabellos grises crecieron, y comenzó a llevarlos sueltos y sin orden alguno...sé que es una tontería pero fué el primer cambio que surgió.
>A continuación comenazó a decir locuras e ironías, a limpiar la sangre de su espada con la lengua cada vez que mataba a alguien...Se marginó, las razones fueron que en su ejército intentó poner más defensa, y nadie le hizo caso. Lo que para nosotros sería una tontería para su cabeza, ajetreada y llena de trabajo fué lo último que le hacía falta para explotar...
Glacie se puso las manos en la cara para no llorar. Girck tenía veintiún años, había sido su maestro para ñla lucha y las tácticas en el combate. Aquello la había dolido...mucho. Y ella, que pasaba gran parte con él entrenando, no se había dado cuenta, le había dejado escapar...Ahora se sentía culpable de todo lo que está pasando.
Senth la puso una mano en el hombro a modo de consolación, y luego miró a Ben. El joven asintio con la cabeza.
-Si no nos queda más remedio...huiremos por el bosque.
-
Él teníaun pelo liso castaño con flequillo que le caía a ambos lados de la cara, unos ojos verdes y una facciones perfectas. En conjunto, Senth casi que era el novio perfecto para cualquier chica: cuerpo perfecto, cara perfecta pero gustos muy peculiares. Nadie los compartía con él ni gustos ni afficciones, cosa que le hacía ser solitario y misterioso. Muchas chicas habían pasado delante de él deseando ser suyas, pero nunca las había aceptado, él buscaba su chica perfecta, y con sus gustos era algo muy díficil de encontrar.
El joven posó su espalda contra un árbol y se cruzó de brazos, esperando al espectáculo. La región de Oires no era para nada de su agrado, considerando que en esa región se dominaba la oscuridad, y el fuego era como una luz que intenta extinguirla de todos los lugares donde se encuentra. Aún así, la elección del gm de Oires era algo que no se podía perder, se decía que iva a ser una joven de dieciseís años."Una" pensó Senth,"Una chica elegida para dominar a Aaraan". Hacía poco que en Oires había ejército, y solo era por defenderse de los ataques de las regiones que lo rodeaban. Senth siguió sumido en sus pensamientos hasta que vió salir por el edifico general de Oires al ejército encabezado por Arabian, la nueva gm de la región.
Senth nunca la había visto, pero fue como si algo en su interior estallara de puro gusto. Las palabras no servían para describir a Arabian. Tenía un largo pelo azabache, y unos ojos grises que no tenían comparación con ninguno de aquel planeta. Sus facciones eran muy hermosas, y su cuerpo estaba formado por perfectas y estilizadas curvas. Al igual que todo su ejército, vestía de negro, y al igual que todos los gm, su uniforme era distinto al de su ejército. Llevaba un top sin mangas que dejaba sus hombros y gran parte del vientre al raso, unos guantes negros que pasaban sus muñecas, unos cortos pantalones, una botas hasta las rodillas y, colgaba de un cinturón, a Aaraan.
Durante bastante tiempo, Senth se olvidó de su misión y siguió observando a la joven, estudiando cada uno de sus bellos rasgos, hasta que vio una figura blanca haciendole señas desde una fila con personajes de aparecia ilustre. Senth se percató de que era su prima, Glacie, gm de la región del hielo y del frío, Uirs. La joven tenía una piel blanca como la porcelana, un pelo que le caía hasta los pies y de color marfil, y unos ojos marrones que se movían inquietos de un lado a otro observando todo cuanto podían. Génesis se colocó a su lado, y suspiró, enfadado.
Al otro lado se había posicionado Luck, gm de Risterck y controlador del aire. Tenía el pelo negro, y le llegaba hasta la cintura, unos ojos azabaches y una cara de unos rasgos aparentemente normales. Senth le odiaba, era un engreído y un egocéntrico, pero siempre le ponían de ejemplo, y eso era algo que tenía que respetar. Glacie agarró a Leena, su espada mística, y la elevó en el aire por haber nombrado a su región. Luck puso el puño en su espada Alyseaan, preparándose.
-En cuanto levantes tu espada todo el público te odiará con todas su fuerzas- le objetó a Senth.
Este se giró, con una sonrisa burlona en su cara.
-Sí, yo también me alegro de volver a verte Luck, añadió con sarcasmo.
-¿Te gusta hacerte el graciosillo conmigo?
-Es mi pasatiempo favorito, aparte de luchar claro.
-Eres idiota-comentó Luck ásperamente-Y no mires así a Arabian, no está entre tus posibilidades, seguramente sea mía.
Senth le dirigió una mirada severa.
-¿Y quién te ha dicho que sienta algo por ella?
Luck se rió.
-Por favor, esa mirada no es normal. Es como si quisieras tenerla ya entre tus brazos, cuando resulta que no podrás nunca. Ella es la oscuridad, tu eres el fuego, enemigos desde la eternidad.
-Ni siquiera la conozco- aportó Senth , su dura mirada no había desaparecido todavía de su cara.
-¿Y?No hace falta conocer a alguien para enamorarse de él.
Senth le lanzó otra mirada más, esta vez divertida. En su cabeza se encontraban muchas ideas de responderle para que quedase bastante mal, y, justo cuando iva a comentar una de ellas una figura se adelantó.
-Eso lo dices tu que te has tirado a medio Risterck-comentó el joven que acababa de llegar con una sonrisa.
-Ben...-la voz de Glacie sonó como un suspiro, dejando claro lo que sentía por el chico.
-¿Y tú que haces aquí?-exigió saber Luck, visiblemente enfadado por las recientes declaraciones del joven-No eres gm.
Entre el cabello corto y caido hacia abajo del joven, se dejó ver que sus ojos azules marino relampagueaban de ira.
-Al ser el único de tu ejército que tiene na espada mística, es como si sería tu "leal" mensajero...
-Pero no lo eres-cortó Luck.
-Ya, ya lo sé, cosa de la que estoy muy feliz-azuzó Ben con picardía-Pero bueno...me han mandado para decirte que salgas de la fila de los gm, vas a eclipsar a Arabian, te van a hacer un omenaje.
Luck se giró y se fué directamente hacia al atril, sin despedirse da nadie.
-Que educado- ironizó Ben.
Senth no dijo ni una palabra, después de aquel despliegue de palabra e ironías volvió a ser el joven discreto y misterioso que era siempre. Glacie, siempre tan obsesionada con que su primo fuera normal, no hizo caso del cambio que habia surgido de nuevo en el carácter de Senth. Tenía a su verdadero amor delante, y la había dirigido una sonrisa para saludarla. Aquello había conseguido que el corazón de la invernal muchacha se acelerase de tal manera que parecía que se la iva a salir del pecho. Y entonces, Ben comenzó a hablar con ella.
Miestras parecía que a Glacie la iva a dar algo, Senth se escabulló de la fila y se dirigió al bosque que conectaba Oires con Kyleon, y entonces algo captó su atención y la de todos los presentes. Eran ejércitos que no llevaban ningún tipo de orden, sus soldados ivan montados en criaturas de la noche en vez de caballos, como lobos o jaguares, y todos ellos estaban cubiertos por alguna zona de su cuerpo por pelo negro y, entonces, un grito de uno de ellos anunció que acababan de comenzar a atacar. Aprovechando la confusión de la gente, Luck se escabulló del escenario.
La idea de Senth era seguirle, pero la gente que intentaba huir le taponaba el paso, y al final tuvo que esperar a que una multitud asustada se dirigiera hacia las afueras de la ciudad. Mientras tanto, pensó en loque podía ser ese ejército. Llevaba bastante tiempo oyendo entre los soldados que un ejército se estaba desplazando por el bosque de Niero. Era un ejército de híbridos, por lo poco que había conseguido averiguar alguein estaba mezclando cuerpos humanos con almas de animales,al igual que pasó años atrás con las espadas místicas; cuando los gm luchaban con ellas sentían que un espíritu en su interior les llamaban para luchar contra sus enemigos más ancestrales.
Senth no sabía muy bien lo que estaba pasando y tampoco sabía quién era el "alguien" que estaba fusionando los cuerpos, y auqello le fastidiaba, desde siempre había ido un paso por delante en todo. Cuando hubo esperado unos cinco minutos a que las masas de gente sañlieran y no lo había conseguido, no pudo más. Desenvainó a Gesis y se fué al epicentro de la acción.
Allí se encontró con Ben y Glacie, que luchaban deseperadamnete contra el pequeño ejército que habñia conseguido traspasar las murallas de la ciudad de los obscurio. Senth se dirigió hacia Glacie , que estaba situada en un punto bastante alto y alejado, puesto que ella, a pesar de que era gm y llevaba espada legandaria, nunca la usaba: le gustaba mucho más disparar a distancia con su arco.
Senth la preguntó acerca del suceso. No sabía nada.
-Pero lo mejor será abandonar esta guerra, nos superan en número, y hay bastante gente que tiene espadas mñisticas, Senth- sugirió la joven.
-No, no abandonaré hasta que sepa por qué tienen espadas místicas y que está pasando aquí...masculló Senth.
Entonces Glacie lo miró, sus ojos estaban empañados de lágrimas.
-Senth...mucha gente ya ha muerto aquí por nada...Oires hace poco que tiene ejército, es el único que hay aquí y no están preparados...Si nos situamos en el bosque y huímos podremos salvar nuestras vidas...y la de los soldados que nos sigan.
Senth se quedó un momento pensativo, mientras acababa con la vida de cuatro de los soldados de aquel extraño ejército acerca del cual no sabía nada.
-Pero no lo entiendo...-murmuró-Esto era un lugar secreto, y la gente no lo rebelaría...
-Fue Girck-dijo Glacie en voz baja.
-¿Girck?-repitió Senth, patidifuso-Era el gm de Ol, no se hubiera atrevido...
-Pero lo hizo-una lágrima calló por la mejilla de Glacie-En todo este tiempo sus cabellos grises crecieron, y comenzó a llevarlos sueltos y sin orden alguno...sé que es una tontería pero fué el primer cambio que surgió.
>A continuación comenazó a decir locuras e ironías, a limpiar la sangre de su espada con la lengua cada vez que mataba a alguien...Se marginó, las razones fueron que en su ejército intentó poner más defensa, y nadie le hizo caso. Lo que para nosotros sería una tontería para su cabeza, ajetreada y llena de trabajo fué lo último que le hacía falta para explotar...
Glacie se puso las manos en la cara para no llorar. Girck tenía veintiún años, había sido su maestro para ñla lucha y las tácticas en el combate. Aquello la había dolido...mucho. Y ella, que pasaba gran parte con él entrenando, no se había dado cuenta, le había dejado escapar...Ahora se sentía culpable de todo lo que está pasando.
Senth la puso una mano en el hombro a modo de consolación, y luego miró a Ben. El joven asintio con la cabeza.
-Si no nos queda más remedio...huiremos por el bosque.
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